No hay una edad escrita en piedra en la que las mujeres empezamos a rechazar nuestros cuerpos, sin embargo, la adolescencia marca el inicio del despertar sexual, donde nuestros cuerpos se vuelven los protagonistas.
Recuerdo que la primera vez que escuché el término body positive y vi de qué iba, lo reprobé y pensé “eso no es sano”. Y no importó cuántas veces lo viera, siempre me incomodaba.
Existen estereotipos y prejuicios vinculados a las emociones y a los estados de ánimo; que si el enojo es sinónimo de violencia; que si la tristeza se elimina pensando positivo; que si la felicidad es el punto cumbre del humano.
Cerca de los 8 años hice mi primera dieta, desde esa que se trata de únicamente comer sopa de col por 543 días y ¡pum!, cuerpazo (obviamente no sucedió).
Crecí en un trauma con mi cuerpo y más porque mis hermanos eran flacos y yo “chobi”. Actualmente me piden perdón por todo lo que eso acarrea en la psique, pero de niños no me dejaban jugar con ellos porque era gordita.
Escribir esto no ha sido sencillo, estas últimas semanas han puesto a prueba mi confianza, mi autoestima y por ende, mi felicidad… todo comenzó cuando empecé a sentirme disminuida.
La realidad es que existen formas de violencia llamadas “micro-machismos” que nada tienen de pequeños y mucho tienen de estructurales. Nos hacen daño porque cuando hablamos de goces de derechos y de libertades, no tenemos la posibilidad de elegir.
El prejuicio sobre la Drama Queen viene desde mucho tiempo atrás; nos hicieron pensar que el ser mujer es sinónimo de personalidad difícil de entender y todo lo “referente” a nuestro género sólo nos complica más la vida.
Mi Declaración de Autoestima. Sé que tengo aspectos que me desconciertan y otros que desconozco. Pero mientras yo me estime y me quiera, puedo buscar con valor y optimismo soluciones para las incógnitas e ir descubriéndome cada vez más.
Te preguntarás entonces si es posible vivir una relación perfecta, libre de violencia. Como tú eres la única que vive y vivirá en carne propia tus relaciones, prefiero dejarte a ti la definición de “perfecta”.